miércoles, 16 de febrero de 2011

Respuesta a Anna (Barcelona)

Anna (Barcelona)


Una hermana de mi madre murió a consecuencia de un cáncer de mama a los 55 años. No hay otros 
casos en la familia pero me gustaría saber lo que debo hacer para saber si yo también tendré esta 
enfermedad o no.


Hoy por hoy no existe respuesta a su pregunta, tal como usted la plantea. Tenga en cuenta que los tumores de mama pueden ser de muchas clases,
en unos  casos benignos y en otros malignos. Los tumores benignos de mama están constituidos por células similares a las que forman los tejidos normales de la mama. Su crecimiento suele ser lento y localizado, sin que la proliferación de células se extienda hacia tejidos próximos o hacia otros órganos. Los tumores malignos, en cambio, están constituidos por células cancerosas que tienden a infiltrarse en los tejidos próximos y pueden propagarse a través de los ganglios o la sangre hacia otros órganos dando lugar a complicaciones mortales si no realiza un diagnóstico y un tratamiento precozmente. Durante las primeras fases de la evolución, el cáncer de mama no origina molestia alguna y la única manifestación que se presenta es la formación de una pequeña masa en el interior de la mama. Cuando su tamaño es algo mayor o su localización es muy superficial puede percibirse si se palpa la mama. Sin embargo, estos pequeños bultos no pueden diferenciarse de otros tipos de masas mamarias. En fases más avanzadas pueden aparecer algunas alteraciones en la superficie de la mama (la piel adquiere el aspecto de "piel de naranja"), una retracción del pezón o una alteración del aspecto de la zona circundante  o la aparición de secreciones sanguinolentas o lechosas. La aparición de estas alteraciones o el eventual cambio en la forma o tamaño de la mama deberá ponerse rápidamente en conocimiento del médico. No es conveniente, sin embargo, alarmarse innecesariamente, ya que algunos de estos síntomas pueden presentarse en otros procesos benignos como la mastitis o la enfermedad fibroquística de la mama. Cuanto más precozmente se establezca el diagnóstico de un tumor mamario, más posibilidades de éxito del tratamiento existen.