Según un estudio auspiciado por la Asociación Española para el Estudio del Hígado, entre 800.000 y un millón de personas pueden estar infectadas por el virus de la hepatitis C en nuestro país, de las cuales muchas ignoran esta condición. Esto es así, porque el virus puede permanecer durante muchos años en el cuerpo sin dar síntomas y porque la enfermedad no fue diagnosticada hasta 1989.
Generalmente se descubre de forma fortuita tras un análisis rutinario de empresa o por otras dolencias o al donar sangre y rara vez se puede identificar con seguridad la forma de contagio. Algunos recuerdan que de pequeños les tuvieron que hacer trasfusiones de sangre, o que les pincharon muchas inyecciones (cuando no existía el material desechable y se tenían que hervir las jeringuillas) y otros no saben por qué la tienen.
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