lunes, 24 de octubre de 2011

COLESTEROL ELEVADO



La elevación de los niveles de colesterol es un factor de riesgo de enorme importancia en el desarrollo de las enfermedades coronarias aunque es cierto que no se manifiesta síntoma alguno. Un nivel de elevación discreto presenta un de riesgo que puede calificarse de moderado pero esperar a la manifestación de algún síntoma puede ser, cuanto menos, imprudente, especialmente si tiene otros factores de riesgo asociados que actúen como multiplicadores del riesgo coronario (tabaquismo o hipertensión, por ejemplo). Es cierto que los tratamientos de última generación tienen un coste algo elevado aunque la reducción de los niveles de colesterol supone un enorme beneficio para su salud. Prácticamente todos los tratamientos  existentes han demostrado, en mayor o menor grado, no solamente una reducción importante de los niveles de colesterol sino también  un descenso de las complicaciones cardiovasculares (angina de pecho, infarto de miocardio, muerte). A este alto grado de efectividad debe sumarse la seguridad de dichos tratamientos, con un escasísimo nivel de efectos secundarios.
A pesar de la enorme importancia del tratamiento es necesario adoptar, además, otro tipo de medidas igualmente importantes como la disminución del consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol (embutidos, queso, fritos, rebozados, mantequilla, margarina, carne de cerdo o cordero, etc.), el abandono de hábitos tóxicos (café y bebidas con cafeína, tabaco,...), el incremento moderado del ejercicio físico y el cambio de estilo de vida. Debe quedar claro que el hecho de tomar un medicamento para reducir los niveles elevados de colesterol (recetado por el médico) no supone que no se deba seguir con estas medidas. Es probable que el tratamiento, una vez iniciado, deba prolongarse durante el resto de la vida.


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