martes, 27 de septiembre de 2011

LAS UÑAS REVELAN TU SALUD



            Las manos son una de las zonas más llamativas de nuestra imagen corporal. Por ello, especialmente las mujeres, intentan cuidarlas para que tengan un buen aspecto: se ponen anillos, pulseras... y, sobre todo, intentan tener unas uñas bonitas, dándoles una forma especial, una largura concreta, pintándolas de colores...
            Pero, además de un factor de atracción, las uñas también pueden revelar cuál es el estado de salud de nuestro organismo. En efecto, a través de las características de las uñas se puede llegar a diagnosticar muchas enfermedades.

Uñas ásperas y punteadas
Un 50% de los individuos que padecen psoriasis presenta síntomas de la enfermedad en las uñas en los inicios de su desarrollo y hasta en un 80-90%  a lo largo de la evolución de la misma. Las uñas ofrecen un aspecto característico, con la superficie áspera, depresiones puntiformes que le confieren una apariencia similar al dedal de coser, despegamiento y engrosamiento del borde o surcos...

Uñas cóncavas o “en cuchara”
Si la uña se deprime en el centro, se elevan los lados y se forma una curva inversa, es decir cóncava en lugar de convexa, como una cuchara, podemos suponer que existe una anemia, una carencia de hierro o defectos en su metabolismo (como la hemocromatosis), salvo que la forma venga determinada genéticamente o que existan quistes o verrugas que alteren su forma habitual.

Uñas secas y quebradizas
El síntoma más frecuente es la exfoliación en capas horizontales a partir del borde libre de la uña. Cuando aparece la separación en láminas, la rotura se produce fácilmente, dando a la uña un aspecto astillado e irregular. La mayoría de las veces, su extrema fragilidad es debida al uso de detergentes, lejías, quitaesmaltes con acetona, esmaltes con formaldehído o al contacto repetido con agua caliente. Aunque también deberíamos descartar carencias de hierro, calcio o vitaminas A, B o E.

Uñas abombadas y amoratadas
La curvatura discreta que suele presentar la uña, puede acentuarse dando lugar a una forma abombada, casi esférica. Este trastorno en la forma ungueal es debido a un aumento crónico del flujo sanguíneo que nutre la extremidad de los dedos y que se asocia a alteraciones pulmonares (como la bronquitis crónica) o enfermedades cardiacas. En estos casos suele aparecer también un color amoratado. Aunque en ocasiones, el abombamiento puede deberse a una exceso de vitamina A o de glóbulos rojos. Lo mejor será consultar con el médico.

Uñas con manchas blancas
Todos los niños y muchos adultos presentan en algún momento pequeñas manchas blancas de 1 a 3 mm, llamadas leuconiquias. Aunque la creencia popular las suele atribuir a la falta de calcio, lo cierto es que se producen por una desorganización de la queratina que forma la uña, producida la mayoría de las veces, por pequeños y repetidos traumatismos, que no tienen ninguna importancia.  En otras ocasiones, la mancha blanca tiene una disposición alargada y transversal, que se asocia con alguna infección o con el consumo de determinados medicamentos. Si la mancha blanca ocupa casi toda la uña, hay que descartar enfermedades más graves: alteraciones hepáticas, diabetes, insuficiencia cardiaca...

Uñas con manchas amarillas
Con frecuencia las manchas amarillas en las uñas delatan a los fumadores empedernidos, aunque también pueden aparecer tras la toma de algunos antibióticos como las tetraciclinas. Por fortuna, en muy pocos casos, el síndrome de las uñas amarillas responde a una curiosa enfermedad que cursa asimismo con alteración renal o de las glándulas tiroides, en la que junto con el tono amarillo o verdosos de las uñas, aparece hinchazón de piernas, manos y cara.

Uñas con manchas negras
Tras un golpe seco o si nos pillamos los dedos con una puerta aparece un “chapote”, una mancha negra en la uña que desaparece por sí sola con el tiempo. Sólo cuando el dolor se acentúa, en lugar de atenuarse, con el paso del tiempo, hay que acudir al médico para que abra un drenaje que permita la salida al exterior de la sangre acumulada bajo la uña. Las manchas negras también pueden aparecer en forma de “código de barras”, al comienzo del embarazo, tras tomar determinados fármacos... Sólo cuando aparece una sola banda negra debemos inquietarnos; generalmente es debida a un lunar, pero debe descartarse el riesgo de melanoma, por lo que conviene consultar cuanto antes con el médico

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