martes, 27 de septiembre de 2011

LAS UÑAS REVELAN TU SALUD



            Las manos son una de las zonas más llamativas de nuestra imagen corporal. Por ello, especialmente las mujeres, intentan cuidarlas para que tengan un buen aspecto: se ponen anillos, pulseras... y, sobre todo, intentan tener unas uñas bonitas, dándoles una forma especial, una largura concreta, pintándolas de colores...
            Pero, además de un factor de atracción, las uñas también pueden revelar cuál es el estado de salud de nuestro organismo. En efecto, a través de las características de las uñas se puede llegar a diagnosticar muchas enfermedades.

Uñas ásperas y punteadas
Un 50% de los individuos que padecen psoriasis presenta síntomas de la enfermedad en las uñas en los inicios de su desarrollo y hasta en un 80-90%  a lo largo de la evolución de la misma. Las uñas ofrecen un aspecto característico, con la superficie áspera, depresiones puntiformes que le confieren una apariencia similar al dedal de coser, despegamiento y engrosamiento del borde o surcos...

Uñas cóncavas o “en cuchara”
Si la uña se deprime en el centro, se elevan los lados y se forma una curva inversa, es decir cóncava en lugar de convexa, como una cuchara, podemos suponer que existe una anemia, una carencia de hierro o defectos en su metabolismo (como la hemocromatosis), salvo que la forma venga determinada genéticamente o que existan quistes o verrugas que alteren su forma habitual.

Uñas secas y quebradizas
El síntoma más frecuente es la exfoliación en capas horizontales a partir del borde libre de la uña. Cuando aparece la separación en láminas, la rotura se produce fácilmente, dando a la uña un aspecto astillado e irregular. La mayoría de las veces, su extrema fragilidad es debida al uso de detergentes, lejías, quitaesmaltes con acetona, esmaltes con formaldehído o al contacto repetido con agua caliente. Aunque también deberíamos descartar carencias de hierro, calcio o vitaminas A, B o E.

Uñas abombadas y amoratadas
La curvatura discreta que suele presentar la uña, puede acentuarse dando lugar a una forma abombada, casi esférica. Este trastorno en la forma ungueal es debido a un aumento crónico del flujo sanguíneo que nutre la extremidad de los dedos y que se asocia a alteraciones pulmonares (como la bronquitis crónica) o enfermedades cardiacas. En estos casos suele aparecer también un color amoratado. Aunque en ocasiones, el abombamiento puede deberse a una exceso de vitamina A o de glóbulos rojos. Lo mejor será consultar con el médico.

Uñas con manchas blancas
Todos los niños y muchos adultos presentan en algún momento pequeñas manchas blancas de 1 a 3 mm, llamadas leuconiquias. Aunque la creencia popular las suele atribuir a la falta de calcio, lo cierto es que se producen por una desorganización de la queratina que forma la uña, producida la mayoría de las veces, por pequeños y repetidos traumatismos, que no tienen ninguna importancia.  En otras ocasiones, la mancha blanca tiene una disposición alargada y transversal, que se asocia con alguna infección o con el consumo de determinados medicamentos. Si la mancha blanca ocupa casi toda la uña, hay que descartar enfermedades más graves: alteraciones hepáticas, diabetes, insuficiencia cardiaca...

Uñas con manchas amarillas
Con frecuencia las manchas amarillas en las uñas delatan a los fumadores empedernidos, aunque también pueden aparecer tras la toma de algunos antibióticos como las tetraciclinas. Por fortuna, en muy pocos casos, el síndrome de las uñas amarillas responde a una curiosa enfermedad que cursa asimismo con alteración renal o de las glándulas tiroides, en la que junto con el tono amarillo o verdosos de las uñas, aparece hinchazón de piernas, manos y cara.

Uñas con manchas negras
Tras un golpe seco o si nos pillamos los dedos con una puerta aparece un “chapote”, una mancha negra en la uña que desaparece por sí sola con el tiempo. Sólo cuando el dolor se acentúa, en lugar de atenuarse, con el paso del tiempo, hay que acudir al médico para que abra un drenaje que permita la salida al exterior de la sangre acumulada bajo la uña. Las manchas negras también pueden aparecer en forma de “código de barras”, al comienzo del embarazo, tras tomar determinados fármacos... Sólo cuando aparece una sola banda negra debemos inquietarnos; generalmente es debida a un lunar, pero debe descartarse el riesgo de melanoma, por lo que conviene consultar cuanto antes con el médico

PELO Y CÁNCER DE MAMA

La mitad de las mujeres con cáncer de mama afirma

que lo que más temen del tratamiento es perder su pelo


         La mitad de las mujeres se siente deprimida como consecuencia de la pérdida de pelo y el 12% responde que la alopecia es incluso peor que su enfermedad


         La mayor parte de las pacientes elegiría un tratamiento eficaz que no causara alopecia


Perder el cabello es el principal temor de las mujeres con cáncer de mama al enfrentarse por primera vez al tratamiento, de hecho el 56% afirma que es el efecto secundario que más les preocupa.
En el tratamiento del cáncer de mama, la pérdida del pelo (alopecia) es uno de los efectos secundarios que más personas experimentan, aunque no todos los medicamentos provocan este problema. La alopecia es uno de los síntomas más esperados por las afectadas que se preparan para recibir tratamiento, cuando acuden a la primera consulta llegan anticipando que se les va a caer el pelo. No debe infravalorar o trivializar este síntoma puesto que produce gran angustia y sufrimiento, incluso vergüenza, en la mitad de las pacientes.

Según las encuestas realizadas hasta la fecha, hasta un 56% de las pacientes la temen antes de someterse a su tratamiento, el 12% temen otros efectos secundarios como los vómitos y el 9%, las náuseas.

Según un estudio el 55% de las mujeres se sintió deprimida como consecuencia de su pérdida de pelo, el 32% solicitó ayuda especializada y, de éstas, el 45% requirió medicación ansiolítica o antidepresiva. La alopecia provoca ansiedad, depresión, baja autoestima y una reducción de los sentimientos de belleza personal, lo que afecta a las emociones de la paciente y a su calidad de vida

Además, los especialistas han señalado que el impacto de la alopecia es mayor para las mujeres debido a las normas sociales. “Cuando estudiamos el manejo de la alopecia en los distintos sexos vemos que hay un grupo muy grande de mujeres que  intentan disimular o esconder este síntoma por miedo a ser descubiertas y a ser el centro de miradas y atención, incluso evitan que les vean sus propios hijos, mientras que los hombres lo afrontan con mayor naturalidad sin evitar exponerse socialmente”.

Pañuelos y pelucas
La caída de pelo en la cabeza, cejas y pubis suele comenzar tras dos o tres sesiones de administrar la terapia y es normalmente reversible, pero afecta a muchos aspectos de la vida del paciente. La mayor parte de las mujeres recurren una vez se les cae el pelo a pañuelos, gorros o pelucas para cubrirse. Hay pacientes que dramatizan de tal manera la pérdida de su cabello que incluso evitan salir de la cama o mirarse en el espejo por este motivo.

Los efectos secundarios de este tratamiento son más tolerables de lo que los pacientes suelen pensar y muchos síntomas de malestar que normalmente se achacan a las terapias están más relacionados con la enfermedad. Es importante recordar que, cuando se administra quimioterapia antes de la intervención quirúrgica, se consigue una cirugía menos invasiva y conservar más tejido mamario. Además, tras la operación, emplear medicamentos quimioterápicos puede conseguir una mayor supervivencia para las pacientes.


Nuevos fármacos que minimizan los efectos secundarios
El problema es que hay fármacos específicos que pueden atenuar los demás efectos secundarios (náuseas, vómitos, etc) de la quimioterapia tradicional, pero no hay ninguno para evitar la caída del pelo. Sin embargo, los oncólogos ya disponen de agentes quimioterápicos de nueva generación que minimizan la alopecia y los otros efectos secundarios, siendo igual de eficaces que las demás quimioterapias. Se trata de un avance que ha consistido en modificar fármacos ya existentes para conseguir mejoras en las toxicidades como la alopecia.

Estos nuevos fármacos se utilizan cuando las pacientes se encuentran en estadios avanzados y la calidad de vida cobra más importancia en la elección del tratamiento. Poder contar con fármacos quimioterápicos que minimizan la alopecia supone para ellas un respiro, un descanso. Según los expertos “las pacientes tienen incluso la sensación de no estar tratándose por el hecho de poder evitar durante un tiempo la alopecia, y agradecen enormemente recibir este tipo de tratamientos que evitan la caída del cabello”.

Para mujeres



                        LA CAIDA DEL CABELLO

            El cabello tiene una vida media de 5 años y medio y durante su ciclo vital pasa por tres fases distintas:
La primera llamada anágena o de “regeneración y crecimiento”, dura aproximadamente cinco años. En ella el pelo crece a un ritmo medio de un centímetro al mes
La segunda denominada catágena o “fase de transición” dura unas tres semanas. El cabello detiene su crecimiento.
Por último, la fase de caída y descanso o telógena, dura unos tres meses. El cabello cae y el folículo descansa durante tres meses.
Concluida esta tercera fase comienza un nuevo ciclo vital, vuelve a crecer el cabello, pasa por las tres fases y así sucesivamente.
Cómo se cae el cabello
Al contrario de lo que ocurre en muchos animales, que renuevan todo su pelaje en un momento concreto al mismo tiempo, no todo el pelo de los humanos cae a la vez. Mientras unos cabellos están en una fase de crecimiento, otros están en fase de caída y otros en la de transición. Es decir, nuestro cabello cae en mosaico y, por ello, la pérdida de cabello a penas es visible al principio. Tardamos cierto tiempo en empezar a darnos cuenta.
En los hombres se distinguen claramente dos tipos de cabello uno perenne y otro caduco, ya que están situados en zonas distintas del cuero cabelludo. Así, la calvicie empieza a revelarse en la zona de la coronilla y en la zona frontal (las temibles entradas), mientras que suele mantenerse en el resto durante toda la vida.
Por el contrario, en la mujer los dos tipos de cabello están repartidos por toda la cabeza, de forma que la pérdida de cabello se traduce en un aclaramiento general y difuso.
En la pérdida de cabello influyen muchos factores: la herencia, el sexo, algunas enfermedades (anemias...), factores externos (productos muy abrasivos...).
Cuando existe una patología de base que produzca la caída del cabello como por ejemplo, la anemia o falta de hierro, muy frecuente en mujeres, o una situación de estrés que puede llegar a producir una “alopecia areata”, trastornos hormonales... hay que actuar primero sobre esta enfermedad, ya que la pérdida de cabello es sólo un síntoma.  En los demás casos, que suelen ser la mayoría, hay que actuar antes de que el folículo piloso se pierda irremediablemente. En las personas con cierta predisposición genética a la calvicie, las fases se acortan,  y el cabello se va atrofiando, cada vez crece menos y se cae antes. El cabello se va convirtiendo en vello, en pelusilla y si no se hace nada, llegará un momento en que ya no volverá a salir.

ALREDEDOR DEL 20% DE LAS MUJERES PIERDE PELO DESPUÉS DE LA MENOPAUSIA


  •  La caída del cabello en la mujer es más frecuente de lo que se cree y afecta también a más del 60% de las mujeres embarazadas, a los cuatro o cinco meses de dar a luz, aunque les vuelve a salir al poco tiempo

Las enfermedades dermatológicas, que abarcan un elevadísimo número de trastornos, no afectan por igual al hombre que a la mujer, según se ha puesto de manifiesto en numerosos congresos científicos.

Así, las hormonas femeninas son las responsables de que la mujer sufra trastornos dermatológicos asociados a estados sólo propios de su género, como el embarazo y la menopausia.

El 20% de las mujeres sufre, tras la menopausia, una caída significativa del cabello, un dato que tiene más impacto si cabe si se tiene en cuenta que “las enfermedades dermatológicas causan más impacto psicológico en la mujer que en el hombre”, según afirman los expertos.

Las enfermedades dermatológicas más frecuentes en las mujeres son las derivadas de su constitución hormonal: acné, hirsutismo, las del embarazo y las inmunológicas del tejido conectivo y las derivadas de su anatomía, que incluyen todas las de la vulva, entre las que se encuentran las de transmisión sexual, que también se manifiestan en otras áreas corporales.

El embarazo es una de las etapas más asociadas a patologías dermatológicas. Así, es en esta etapa cuando se suelen producir estrías, algo “que no se considera una enfermedad y que es normal cuando se aumenta mucho de peso”. Para evitarlas,  se recomienda un especial cuidado con la hidratación corporal y “no aumentar mucho de peso”.

Existen dolencias dermatológicas que sólo se dan en la mujer, “aunque no son muy frecuentes”. Es el caso de la erupción polimorfa del embarazo, la penfigoide gestationis y la colostasis intrahepática del embarazo. Estas dolencias son poco habituales y requieren un diagnóstico especializado.

Aunque, en el momento preciso del embarazo, “mejora la piel y el aspecto general de la mujer”, los problemas vienen después del alumbramiento.

Más del 60% de las mujeres sufren una caída significativa del cabello a los cuatro o cinco meses de dar a luz, aunque no hay nada que hacer para evitarlo. Lo mejor es “tranquilizar a la mujer porque siempre vuelve a salir al poco tiempo”.
                                                                                                                         

GELATINA Y CABELLO FUERTE



 Consumir gelatina de forma regular ayuda a combatir la fragilidad del cabello y las uñas. Eso es al menos lo que señalan los especialistas del Grupo de Estudios en Nutrición y Alimentación (GENA). El alto contenido de este alimento en aminoácidos azufrados, lo convierten en un producto idóneo para lograr un pelo sano y fuerte, especialmente útil en personas sometidas a dietas poco equilibradas o situaciones de estrés que contribuyen a deteriorar el cabello, la piel o las uñas.

CABELLOS DE SEDA



            El cabello y el pelo recubren la parte externa de la piel, distribuyéndose de forma específica según los determinantes genéticos y sexuales de cada persona. Su misión originaria era la de servir de abrigo y de identificación sexual. Sin embargo, en la actualidad el cabello es, sobre todo, un elemento importante en la imagen estética de las personas, sujeto a modas, estilos, grupos sociales, ideologías... Muchas veces, al servicio de estas modas, sometemos al cabello a tratamientos y productos que deterioran su salud y no siempre consiguen su belleza. La consecuencia es la pérdida de vitalidad del cabello, la ruptura de las estructuras que la forman y su caída.
            La alopecia o calvicie, es una de las grandes preocupaciones estéticas de nuestra época, que puede llegar a mermar la autoestima de los hombres y mujeres que la padecen. Debido a sus características sexuales y hereditarias el hombre suele perder más cabello que la mujer, de tal forma que se estima que a los 60 años el 60% de los varones son calvos.
            Al igual que en la piel, algunas enfermedades internas se reflejan en el pelo. También algunos fármacos pueden inducir la caída del cabello, como por ejemplo los citostáticos empleados en el tratamiento contra el cáncer. Nuestro estado psíquico está conectado con el pelo; se nos eriza cuando sentimos miedo, incluso se puede llegar a caer por estrés (alopecia areata).
            Quizás no podamos influir en la aparición de algunas enfermedades que afectan al cabello, pero sí podemos cuidarlo para que se mantenga sano y sedoso:
- Mantén el cabello limpio y sólo utiliza productos para la higiene y cosméticos que respeten su estructura. Los productos de tratamiento (contra la caspa, la grasa...) sólo se emplearán las veces y en las dosis que hayan sido prescritas. Si se abusa puede producirse un efecto rebote que empeore el problema.
- Utiliza siempre productos cosméticos de calidad (tintes, permanentes, espumas, lacas...). Es importante que tengan una buena formulación ya que sino pueden dañar al cabello.
- Evita el secado a temperatura muy alta y mantén el secador a una distancia mínima de 15 cm.
- No compartas peines, cepillos, toallas, cintas, pasadores... Es importante que los niños mantengan esta regla para evitar la infestación de piojos y otros parásitos.
- En exposiciones prolongadas al sol es recomendable proteger también los cabellos, mediante gorras, sombreros o productos especiales.
- Una alimentación sana y variada aportará los elementos necesarios para la vitalidad del cabello.
- Cualquier trastorno del cabello debe consultarse con el médico. Los remedios milagrosos contra la calvicie sólo sirven para vaciar los bolsillos de quienes los adquieren. Sin embargo, sí existen tratamientos serios que pueden ayudar a controlar la caída del cabello y otros problemas que afectan a la salud del pelo. Consulta con el especialista.

LA IMPORTANCIA DE CONSERVAR EL CABELLO PARA LOS HOMBRES




1 de cada 3 españoles teme quedarse calvo
           
            Los españoles son los europeos que más importancia atribuye al pelo. De hecho, un 80% considera que el pelo es un elemento muy importante de la imagen corporal.
            En general, lo que más preocupa a los españoles afectados por alopecia, muy por encima de la media europea, es parecer mayores de lo que realmente son (76,4%).
            Aunque creen que su alopecia no influye negativamente en sus vidas, el 40% reconoce que su calva no le parece sexy a su pareja.
En busca de medidas
            Los hombres se cuidan cada vez más y, en este sentido, los españoles que padecen alopecia, además, son los europeos que más tiempo dedican al día a cuidar su pelo (46,4% frente al 32,4% de la media europea).
            Por ello, cuando la alopecia se convierte en un elemento visible que perjudica a su aspecto físico, adoptan una serie de medidas destinadas a mejorar su imagen. Las medidas más frecuentemente utilizadas son: cortarse el pelo o incluso raparse la cabeza (19,3%), dejarse perilla (8,6%), aunque en general son más reticentes que los europeos a llevar a cabo cambios importantes de estilo en su imagen.
            A pesar de la importancia que los españoles, al igual que los europeos, concede al pelo, que queda reflejada en el hecho de que 1 de cada 3 españoles admita su temor a quedarse calvo, cerca del 80% de ellos reconoce que nunca ha iniciado un tratamiento por este motivo.
            En la actualidad, sólo el 6,4% de los españoles que sufre alopecia  sigue un tratamiento y, en general, se suele recurrir a productos que ni han sido prescritos por un dermatólogo ni han demostrado su eficacia científicamente. Así, el 16% de los que se deciden por buscar alguna solución toma vitaminas; el 13% se aplica lociones de venta en farmacias; y el 6,4% productos de venta en peluquerías.
            Sin embargo, aquellos pocos que optan por ponerse en manos de un dermatólogo y siguen un tratamiento que verdaderamente ha demostrado su eficacia, afirman sentir una mejora general tanto en su estado de ánimo como en la percepción que tienen de sí mismos: “me siento más joven” (77%), “estoy recuperando la confianza en mí mismo” (69,2%), “me siento más atractivo” (69,2%)...

LA CAÍDA DEL CABELLO



Puede presentarse bajo 27 formas distintas obedeciendo a múltiples causas que afectan tanto al propio cabello, al cuero cabelludo o a otros órganos distintos.
Algunos suplementos nutricionales que son ricos en proteínas, vitaminas del grupo B y ciertos minerales (hierro, magnesio y zinc). Todas estas sustancias están implicadas en la salud del cabello pero, probablemente, las dosis presentes en algunos productos que probablemente sean insuficientes. Un buen complemento vitamínico por via oral para la prevención y el tratamiento de la caída del cabello debe contener dosis suficientes de:
- ciertos aminoácidos (metionina, cistina, cisteína)
-          sales minerales
-          vitaminas del grupo B (B2, B6, biotina)
-          vitaminas C y E.

No someta su cabello a tratamientos cosméticos agresivos como tintes, permanentes o estiramientos ni aplique un calor excesivo para secarlos. Utilice un champú adecuado al tipo de cabello, eligiendo entre los más suaves en cada caso. No olvide que, si tiene el cabello graso, la utilización de un champú muy agresivo puede empeorar su estado seborreico.

Acuda a su dermatólogo si la caída del cabello no remite.

EL CABELLO EN OTOÑO



La academia  española de dermatología advierte que en otoño puede haber un aumento de la caída del cabello, y alerta sobre la necesidad de un tratamiento correcto.
En la mayoría de los casos, los consumidores recurren a productos que ni han sido prescritos por un dermatólogo, ni han demostrado su eficacia científicamente. En Otoño se advierte una cierta proliferación de publicidad engañosa (curas milagrosas) aprovechando la época del año de mayor caída del cabello
La alopecia provoca en los hombres “una pérdida de confianza en sí mismos, hace que se sientan menos atractivos y más viejos”, y “dificulta las relaciones con el entorno social y familiar”. Estas son algunas de las conclusiones del estudio sociológico realizado por el Instituto Gallup entre más de 1.500 hombres de Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña y España para analizar los efectos psicológicos asociados a la alopecia masculina y el impacto que ésta tiene sobre el estado de ánimo, la autoestima y la relación de pareja de los hombres que la padecen.

De los 300 españoles encuestados,

35 % confiesa que siente miedo ante la posibilidad de quedarse calvo
37,5% afirma que con la pérdida de cabello se sienten envejecidos
33,5% dice que está perdiendo una parte importante de su atractivo físico

En la actualidad y, a pesar de todo lo señalado anteriormente, sólo el 6,4% de los españoles que tienen este problema sigue un tratamiento aunque, en la mayoría de casos, se recurre a productos que ni han sido prescritos por un dermatólogo, ni han demostrado su eficacia científicamente.

DECÁLOGO DE CONSEJOS PARA EL CUIDADO DEL CABELLO
 aplicables a toda la población

1)      Es aconsejable lavarse el pelo con frecuencia, siempre según las necesidades de las personas. El mito de que lavarse el pelo todos los días favorece la caída del cabello es absolutamente falso.

2)      No se debe usar gel de ducha para el lavado del cabello, su composición no es idónea para ello. El champú debe ser suave y adaptado a cada tipo de cabello.

3)      El secado más beneficioso para el cabello es el natural. Primero conviene hacer un ligero secado con una toalla. Después, si se usa el secador, siempre será a baja potencia, sin localizarlo en el mismo punto y respetando una distancia prudencial. Un secador demasiado caliente sobre un pelo muy mojado puede originar el denominado “pelo burbuja”.

4)      No son aconsejables los peinados que suponen tensión del cabello, porque pueden dar lugar a una lenta pero constante caída del cabello (por ej. las coletas muy tirantes, o las trenzas finas de los peinados “afro”). Las gomas de pelo muy apretadas dañan el cabello.

5)      Utilizar únicamente peines o cepillos de calidad con las púas o cerdas redondeadas.
6)      Debería renunciarse a los marcados o tintes agresivos en la medida de lo posible.


7)      Contrariamente a lo que se piensa, cortarse el pelo “al cero” no hace crecer más el pelo, lo que sí conviene es sanearlo regularmente para mantener su aspecto saludable.

8)      La grasa no hace caer el pelo, aunque ambas circunstancias suelen ir asociadas. Por tanto, en el caso de la alopecia, es necesario mantener una higiene correcta.

9)      Una alimentación equilibrada y rica en vitaminas es buena para el cuerpo en general y favorece la salud del pelo.

10)  Ante un caso de caída del cabello, ponerse en manos siempre del Dermatólogo, que determinará sus causas y prescribirá el tratamiento adecuado, siempre en base a pruebas científicas.



viernes, 2 de septiembre de 2011

¿PUEDEN UTILIZARSE LAS CREMAS SOLARES DE UN AÑO PARA OTRO?



Si la caducidad es inferior  a 30 meses debe constar en el envase mes y año de la misma. Hay que tener en cuenta que, si el envase del protector solar ha estado expuesto a temperaturas elevadas (la bolsa de playa o la guantera del coche) puede haberse “cortado” la crema. En este caso saldrá del mismo una mezcla de aceite y agua en lugar de una crema o una loción. Tapar el tubo y agitarlo puede mejorar el aspecto de lo que salga del tubo pero no garantiza la misma eficacia que antes de “cortarse”.

DIABETES Y ASPIRINA


¿Puede tomar Aspirina una persona diabética?

No solamente es posible que la Aspirina no perjudique a una persona con diabetes sino que incluso puede resultarle beneficioso siempre que no exista ninguna causa que lo desaconseje (úlcera de estómago, asma o tratamiento anticoagulante, por ejemplo. La diabetes representa un cierto riesgo para padecer enfermedades cardiovasculares. El ácido acetilsalicílico, componente de la Aspirina®, ha demostrado no solamente su capacidad de prevenir la arterioesclerosis por su efecto anticoagulante, sino que también tiene un efecto antiinflamatorio capaz de prevenir el desgaste de las arterias. Debe consultarse con el médico al respecto.


CICATRICES Y LASER



Algunas informaciones interesadas afirman que el láser y las “nuevas tecnologías” pueden hacer desaparecer las cicatrices. Debe desconfiarse de supuestas soluciones mágicas enmascaradas en la última tecnología (lipofit, goma de borrar, electroterapia, etc.) que prometan resultados sorprendentes. Es cierto que algunos tipos de láser pueden realizar una abrasión controlada de la piel, de tal forma que se puede rebajar el grosor de algunas cicatrices. Hay que tener en cuenta que la cicatrización es un proceso de reparación que nunca reproduce la piel dañada. De una cicatriz puede decirse que se reduce su tamaño, que se mejora su apariencia, que se disimula su fealdad o que se tapa su visión, pero las cicatrices no desaparecen, son parte de nuestro organismo. Si quiere operarse de alguna cicatriz, acuda solamente a un cirujano plástico competente.

ÁRNICA PARA LOS DOLORES


Las flores de esta planta son la parte más utilizada por sus propiedades antiinflamatorias, por sus propiedades astringentes de las mucosas, por sus propiedades digestivas y ligeramente sedantes. Aplicada sobre la piel tiene efectos cicatrizantes y antiinflamatorios. Se trata de una planta de bastante potencia, por loque sus efectos secundarios pueden ser importantes si se toma por vía oral (infusiones, extractos y tinturas). Por vía externa, en cambio, resulta muy útil en cremas o lociones para contusiones, hematomas y neuralgias. También pueden utilizarse en preparados para afecciones bucales como estomatitis y amigdalitis.

jueves, 1 de septiembre de 2011

LA PIEL EN OTOÑO

CÓMO EVITAR EL ENVEJECIMIENTO PREMATURO DE LA PIEL ANTE LA LLEGADA DEL OTOÑO
Con el cambio de estación, la variación del tiempo y el cambio de hábitos al volver de las vacaciones veraniegas, la piel sufre más de lo normal, por ello los expertos recomiendan tomar unas precauciones para cuidar la piel y así evitar el envejecimiento prematuro.
Durante el otoño, con la llegada del frío y las calefacciones, se produce una deshidratación de la piel, por ello los dermatólogos recomiendan una hidratación de la piel tanto por dentro como por fuera. Así, recomiendan beber abundantes líquidos y usar loción hidratante para mejorar la calidad de la piel.
Con el frío la piel suele secarse más. Además, por todo el sol que se ha tomado durante el verano la piel se encuentra más dañada, con mayores cambios de pigmentación y menos lucida.
Debe hidratarse bien la piel y realizar una exfoliación para eliminar las células muertas antes de aplicar los cuidados habituales.
Con la llegada del frío suele incrementarse la temperatura del agua de la ducha. Ello debe hacerse con cuidado ya que el manto ácido que protege la piel se elimina a causa de la alta temperatura del agua: el excesivo uso de agua caliente produce una mayor sequedad de la piel, especialmente en las manos.
Después del verano es frecuente que aparezcan manchas blancas en la piel. Ello se debe a que la piel no es capaz de producir melanina. En el escote y en los brazos  pueden aparecer manchas oscuras (cloasma).
Otro de los problemas que suelen aparecer con la llegada del otoño son enfermedades como psoriasis, dermatitis atópica, dermatitis seborreica o acné. Ante este tipo de patologías, lo mejor es acudir al dermatólogo para que examine cada caso.
No es recomendable usar cualquier crema sin tener en cuenta el tipo de piel, especialmente en las pieles grasas ya el problema podría agravarse. Debe prestarse atención a la calidad de la crema, al tipo de piel y a su afectación. Solamente así se evitarán problemas adicionales.